Cada año, el 14 de Septiembre nos devuelve al corazón el grato hecho del inicio de nuestra familia religiosa en la pequeña aldea de Pina. Tres hermanas, en el año 1856, hicieron realidad el sueño de los hermanos Gabriel y Josefa Mª Ribas de Pina.
Durante 160 años, esa arriesgada decisión ha ido provocando numerosos encuentros generadores de vida. Transitar por las sendas de la misericordia permite ver luz donde hay tiniebla, experimentar paz donde hay conflicto, sentir perdón donde ha habido ofensa, saborear ternura donde hay desprecio, …
Un año más, este 14 de septiembre nos invita a todas las personas que gravitamos en torno a esta pequeña congregación, a ser valientes y hacer cada día más real el Evangelio de la misericordia y de la responsabilidad ante los seres humanos y ante nuestra Madre Tierra.
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