La ausencia de un hogar o la imposibilidad de mantenerlo impiden el desarrollo de una vida digna.
Esto es así porque una vivienda, además de cubrir la necesidad básica de alojamiento, seguridad y protección, proporciona un soporte clave para la creación de un proyecto de vida personal, familiar, social, relacional y de convivencia.
Al menos 33.000 personas viven sin hogar en España.”Las personas sin hogar representan la cara más severa de los procesos de exclusión social”, por la Comisión interfranciscana de Justicia y Paz.