Las hermanas de la Residencia Verge de l’Esperança de Palma disfrutaron de una agradable jornada de sol y mar, junto a las hermanas comunidad de la Colonia de Sant Jordi.
Acompañadas en todo momento por el personal de la Residencia y por algunas hermanas del Gobierno General, el día transcurrió entre agradables paseos al borde del mar en un ambiente fraterno y familiar. También disfrutaron de un rico almuerzo preparado con mucho cariño por la comunidad.
Después de los duros meses de confinamiento, el aire libre, el sol, el mar y la naturaleza fueron un bálsamo para las hermanas, que mantuvieron en todo momento las recomendadas y necesarias medidas de seguridad anti Covid.