La ficha de este mes de abril se centra en la importancia de cuidar nuestra casa común, contaminada y sobrexplotada por el estilo de vida imperante. Ahora más que nunca, la Madre Tierra está necesitada de nuestro cuidado y atención.
Como institución de espiritualidad franciscana, recordamos las de San Francisco de Asís que nos hace darnos que no solo es nuestra madre, también es hermana que acoge, nos sustenta y con la que con la que compartimos nuestra existencia.
“Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba” (LS,1)
