163 años de presencia amorosa en el pueblo.
El pasado domingo 4 de octubre, fiesta de San Francisco, fue una fecha marcada en el calendario del pueblo de Santa Eugenia. En la eucaristía presidida por Mn. Pere Cirer se rindió homenaje a las Franciscanas Hijas de la Misericordia que durante 163 han vivido en el pueblo y que ahora emprenden otros proyectos en la congregación.
La presencia del alcalde y concejales y la gente permitida dentro del templo se sumaban al agradecimiento que con tristeza expresaban por el adiós a las hermanas. Terminada la misa el alcalde dirigió unas palabras de reconocimiento y agradecimiento por toda la historia de la Congregación en el pueblo, y todos los valores franciscanos sembrados. Catalina Rosselló también transmitió unas palabras haciendo presente «una historia hecha de relaciones, de servicios, de mucha espiritualidad compartida, de muchas vocaciones potenciadas a la vida religiosa, al matrimonio, al servicio eclesial y social». A continuación, las directoras de Mater, Bárbara Mestre y M. Antonia Fullana informaron sobre el nuevo proyecto de la Congregación que se iniciará en la casa: Los usuarios de Mater vivirán en la vivienda tutelada que se adaptará en el convento.
El aplauso a las tres hermanas y un regalo a cada una de ellas como recuerdo amable y agradecido concluyó la celebración.
163 años de presencia en Santa Eugenia
El convento de este pueblo se fundó el 16 de agosto de 1857 dando respuesta a la solicitud hecha por el alcalde Bartomeu Amengual y el vicario Guillem Sala. Ese día el Padre Fundador D. Gabriel Marià Ribas de Pina y la Madre Fundadora, Sor Concepción llegaron, junto con cuatro hermanas, y más tarde llegarán seis más, porque parece que aquí se organizó una especie de noviciado. Las crónicas dicen que fueron recibidas con muestras de afecto y entusiasmo por todo el pueblo, que veneraba con ternura a los Fundadores. Y también hay constancia de la gran estima de los fundadores hacia el pueblo.
Las últimas monjas de Santa Eugenia son Sor María Adrover, Sor Margarita Feliu y Sor Margarita Escaleras. «Hoy —explicó Catalina Rosselló— ellas representan a todas las que han vivido en Santa Eugenia, que han sido del pueblo, y que, muchas desde el cielo, os aman, rezan, agradecen y celebran haber vivido en Santa Eugenia».