La residencia “Virgen de la Esperanza” y Mater impulsan un nuevo modelo en la atención a las personas con discapacidad en Mallorca
La residencia “Virgen de la Esperanza” ha emprendido un nuevo camino muy ilusionante con un proyecto pionero en Mallorca: 12 de sus 64 plazas se destinan a personas mayores con discapacidad intelectual, permitiendo la convivencia de personas mayores con y sin discapacidad dentro de un mismo recurso residencial.
Se trata de un proyecto innovador e inclusivo —basado en un modelo integral de atención centrado en la persona—, que pone el acento en la autonomía, los vínculos afectivos y la continuidad de la historia de vida de cada persona.
La residencia “Virgen de la Esperanza”, situada en Palma, es un espacio con una larga trayectoria en la atención y acogida de personas mayores. En ella conviven hermanas de nuestra Congregación y personas laicas, en un ambiente familiar y cercano.
Gracias a esta iniciativa, algunas de las personas que se incorporan al proyecto provienen de los servicios de Centro de Día y Ocupacional de Mater, lo que da lugar a encuentros llenos de significado: hermanas y profesionales se reencuentran con personas a las que ya habían acompañado durante años.
“La residencia de las Franciscanas Hijas de la Misericordia se consolida hoy como un faro de esperanza para muchas personas. Un espacio que acoge la diversidad y la engrandece. Porque solo con realidades, con hechos valientes, es posible levantar los cimientos del futuro que soñamos. Gracias, hermanas, por abrir las puertas a la esperanza y a la Misericordia”, señaló en el acto de presentación del proyecto Maria Antonia Fullana, directora de Mater.
La propuesta nace del propósito de Mater de ofrecer una atención inclusiva y transformadora que garantice un envejecimiento sano, activo y pleno de las personas con discapacidad intelectual y de sus familias.
En palabras de la Hermana Antonia Barrilero, representante de la Congregación, “esta inclinación que supone una mirada de misericordia nos ha capacitado para ser, de alguna manera, pioneras en la atención a la mujer y a las personas con mayores necesidades. Esta vocación de servicio nos impulsa a seguir buscando nuevas formas de acompañamiento y de cuidado, siempre guiadas y sostenidas por el amor”.
Esta iniciativa representa una apuesta valiente por un modelo residencial que pone a la persona en el centro de todas las decisiones, con el objetivo de promover un envejecimiento saludable y pleno de sentido, fomentando un ocio activo y enriquecedor, y manteniendo los vínculos afectivos y comunitarios.
El proyecto también ofrece una respuesta a situaciones de doble dependencia, evitando la separación entre personas mayores y sus hijos o hijas con discapacidad para que puedan seguir conviviendo con los apoyos adecuados.
La colaboración del Consell de Mallorca, a través de la Dirección Insular de Personas con Discapacidad, ha sido esencial para hacer realidad el proyecto.Muchas gracias a todas las personas que habéis hecho posible que la residencia “Virgen de la Esperanza” se consolide como un espacio donde la atención integral, la profesionalidad y la calidez humana se fundan para seguir construyendo lugares de vida en los que cada persona pueda sentirse en casa.
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