https://www.hijasdelamisericordia.com/
Saltar al contenido

«He dedicado toda mi vida a mi gran pasión: enseñar»

Este fin de curso ha sido especialmente emocionante en el Colegio San Francisco de Asís de Ciudad Real. Y es que, Angelines Domínguez, profesora de Pedagogía Terapéutica, se jubila tras cuarenta y un años con nosotras. 

A continuación compartimos su historia a través de sus propias palabras:

Aunque mi relación laboral con el centro comenzó en 1984, la relación con el Colegio empezó en 1970 con la escolarización de mis hermanas (yo cursaba primero de bachiller). 

Cuando mis hermanas terminaron la EGB, seguí la relación con el colegio y las Hermanas a través de la parroquia de San Juan de Ávila. Después vendrían las prácticas de Magisterio. Más tarde, pequeñas sustituciones, a veces de urgencia, sobre todo en Infantil. Así pasaron unos años hasta que sor Margarita Martínez me llamó para decirme que cambiaba de destino y me dejaba su puesto en el Aula de Apoyo a la Integración, así se llamaba entonces.

Los primeros años no fueron fáciles, tuve que aprender en el entorno de la barriada del Padre Ayala. Los niños y las familias eran difíciles. Con el paso de los años todo fue mejorando, me sentí la más afortunada del mundo: he dedicado toda mi vida a mi gran pasión, enseñar a leer y escribir, a veces a niños con muchas limitaciones, a hablar; enseñar y educar a niños y niñas con síndrome de Down, mis preferidos, con los que más he disfrutado y disfruto, porque sigo teniendo relación con algunos de ellos y sus familias, a las que les estoy muy agradecida por su confianza en mí y en mi trabajo.

En el colegio y en la Congregación me he sentido hija y no trabajadora, eso lo cambia todo. Esta casa ha sido mi casa porque así me lo han permitido. Como tal la he querido y la he cuidado, por ella he dado todo lo que podía. 

Quiero recordar y agradecer a las que fueron mis directoras y ejemplo, sor Margarita Martínez, sor Emilia Mota, sor Carmen García y mi querida amiga Maricarmen con la que he compartido mis mejores años. 

Han sido muchos años compartiendo alegrías y también tristezas. Llegué con veinticuatro años y pronto cumpliré sesenta y cinco; se han pasado volando. Sigo teniendo ilusión por lo que hago y ganas de correr por el patio, pero es bueno retirarse a tiempo. 

También quiero dar las gracias a la Congregación, que hizo posible que me dedicara a mi gran vocación, a muchas hermanas con las que compartí estos años y a todos los compañeros y compañeras que habéis compartido este tiempo conmigo. Con algunos llevo desde el primer día que empecé esta historia. Cada uno es especial para mí, me pasa lo mismo que con los niños, los quiero tanto que me costará mucho estar sin ellos

Gracias también al alumnado y a sus familias.

Gracias a Dios por Sara, mi relevo, no podría irme más tranquila sabiendo que ella ocupará mi lugar. Aunque nos conocemos desde hace poco tiempo, hay entre nosotras una conexión y complicidad que parece que siempre hubiéramos estado juntas.

Angelines Domínguez Mora

Profesora de Pedagogía Terapéutica

Please follow and like us:
Síguenos
Facebook
INSTAGRAM
es_ESEspañol